Las técnicas de reproducción asistida consisten básicamente en la manipulación de espermas, óvulos o sitios de concepción con la finalidad de lograr un embarazo.
Los especialistas en fertilidad recomiendan el uso de estas técnicas cuando existe algún problema en alguno de los 4 factores implicados: ovulación, trompas de Falopio, útero o espermatozoides.
Técnicas de reproducción asistida
Las técnicas de reproducción asistida se dividen en 2.
De baja complejidad:
- Inducción de ovulación
- Inseminación artificial
- Criopreservación espermática
De alta complejidad:
- Fecundación in vitro
- ICSI (inyección intracitoplasmática)
- Donación de óvulos
Dentro de estas técnicas se puede hablar de 3 principales que son las más utilizadas a nivel mundial.
Inseminación artificial
Consiste en un tratamiento hormonal en la mujer que busca generar más óvulos de los que se producen habitualmente, mientras que del hombre se obtiene una muestra de semen para seleccionar a los mejores espermatozoides.
Cuando se produce la ovulación se colocan los espermatozoides dentro del útero para que el proceso de fecundación suceda de manera natural. Esto da como resultado mayores probabilidades de fecundación ya que se cuenta con un mayor número de óvulos, espermatozoides aptos y el momento preciso para la fecundación.
In vitro
Este método de reproducción asistida se da a nivel de laboratorio. Se trabaja totalmente con muestras de óvulos y espermatozoides para lograr la fecundación fuera del útero.
Mediante una microinyección espermática se coloca un espermatozoide apto dentro de cada óvulo con la finalidad de obtener embriones. Después de un periodo de 5 días de evolución los embriones están listos para transferirse al útero o congelarlos para su utilización posterior.
ICSI
La inyección intracitoplasmática de espermatozoides o ICSI, por sus siglas en inglés (intracytoplasmic sperm injection) es muy similar a la fecundación in vitro, salvo que esta técnica sólo inyecta un único espermatozoide en un único óvulo.
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¿Cómo determinar la técnica que se debe utilizar?
Generalmente las técnicas de reproducción asistida se realizan en aquellas pacientes mayores de 35 años, o aquellas parejas que llevan más de 5 años de infertilidad. Sin embargo, para determinar qué técnica se debe utilizar en cada caso, todo depende de los estudios previos que se realicen a la pareja.
Comúnmente si los parámetros de reserva ovárica, semen y trompas son normales, se opta por técnicas de baja complejidad. Estas técnicas son las menos invasivas y costosas, pero no presentan un grado de efectividad tan alto como en el caso de la fecundación in vitro.
Por el contrario, se opta por las técnicas de alta complejidad cuando: hay una disminución importante en el número de espermatozoides u óvulos; existe algún daño a nivel de las salpinges o los conductos donde ocurre el proceso de fecundación; ocurre una endometriosis severa; o si después de 4 intentos de inseminación artificial no se ha logrado un embarazo.
Lo mejor de las técnicas de reproducción asistida modernas, es que las pacientes o las parejas pueden llevar un estilo de vida normal antes o después de su realización. Las recomendaciones de cuidado son mínimas y permiten desempeñar sus actividades cotidianas, claro, a reserva de lo que el especialista recomiende según cada caso.
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